¿Cúal ha sido el peor momento de tu vida?
Sin contar la pérdida de seres queridos y otras tragedias personales, muchas personas te dirán que sus oposiciones.
Lo pasaron fatal y para colmo no aprobaron.
O aún peor… aprobaron sin plaza.
Pero para los que aprobaron fue un gran momento.
El peor momento de tu vida o el mejor.
Así pueden ser tus “opos” o cualquier proyecto personal en el que te embarques.
A veces escribo sobre el desarrollo personal un poco de soslayo en algunos de mis posts.
Los que llevais tiempo leyendo el blog os habéis dado cuenta.
Y es porque creo que tu estudio, tu preparación de oposiciones es una ocasión de oro para crecer y hacerte mejor persona.
Preparar oposiciones no es una tarea fácil.
No es para todo el mundo.
Es un auténtico rollo.
Pero no dejes que te desanimen.
Muchos se presentan pero muy pocos lo hacen en serio.
En mi memoria tengo grabada la imagen de mi examen escrito.
Empezamos en una auditorio de la facultad de medicina que estaba a reventar de opositores. Pasada la primera media hora de rigor, se levantó para abandonar el examen un 25% de las personas.
Interinos que sólo habían venido a firmar o a probar suerte.
¿Conclusión? Que no os asusten los números.
Muchos empiezan a correr pero muy pocos terminan la carrera.
Hoy quería decirte que sí, que tú si puedes terminarla y que vale la pena que lo hagas.
¿Incluso si no hay premio para tí?
Pues sí incluso en ese caso.
Porque yo creo que aunque llegues a la meta el último habrás llegado mucho más fuerte que cuando empezastes.
Bertrand Russel decía que “conquistar el miedo es el inicio de la fortuna”.
Muchas veces el miedo que nos detiene no son nuestros fallos del pasado.
Es el miedo a fallar.
Y para eso sólo hay una solución:
Ser consciente de tu miedo. Mirarlo sin juzgarlo y enfrentarte a él.
“No es valiente el que no tiene miedo sino el que se enfrenta a él” (Nelson Mandela)
Otro enemigo ninja es el perfeccionismo.
Recuerdo a compañeros que decían: “ este año no es bueno para mí. El año próximo estaré más tranquilo y empezaré a estudiar entonces”.
Esto de esperar el momento perfecto no funciona. Hay que empezar sin estar preparado. Disparar primero y apuntar después.
El secreto de los grandes pintores, escritores, científicos es uno y sólo uno:
Estar ahí al pie del cañon día tras día sin preocuparte si hoy es el “día perfecto”.
Yo creo que no es tanto una cuestión de talento como de continuidad, de repetición.
“Algún día me voy a leer este libro.”
“Algún día empezaré a hacer ejercicio”
“Algún día empezaré a estudiar”
Yo creo que ese día es hoy.
¿Por qué?
Porque pase lo que pase vas a acabar siendo una persona diferente a la que empezó a hacer lo que sea.
Una persona mejor.
Si te decides a empezar hoy darás un primer paso para entrenar un hábito que puede mover montañas.
El hábito de hacer lo que tienes que hacer, cuando tienes que hacerlo, tanto si te apetece como si no.
En otras palabras la disciplina.
¿Disciplina para qué?
Para conseguir tus grandes metas. Para convertirte en tu yo 2.0
Pero tu disciplina tiene que estar bien dirigida y para ello tienes que tener un objetivo claro al que enfocarla.
Por eso lo he dicho varias veces en algunas entradas en el blog ¿Estás segura de que la función pública es para ti?
Si la respuesta es positiva ahí está tu meta a la que dedicar tus mejores energías.
Elegir hacer una cosa es dejar de hacer otra.
Es un sacrificio que haces con tu gran meta en mente.
Y yo creo que es un sacrificio que vale la pena porque te cambiará a mejor.
Te hará una persona más fuerte.
Has subido a la montaña y te sientes bien.
No creías poder hacerlo y has llegado completamente agotada, te falta el aire y seguramente no lo volverás a hacer, pero estás arriba y lo has conseguido.
Has superado tus límites.
Te sientes mejor.
Has cambiado.
Eres mejor.
Hay una relación directa entre la disciplina y la autoestima.
¿Cómo crear el hábito de la disciplina, del trabajo diario?
Como se crean los hábitos: con la repetición.
Con el trabajo sistemático día a día
Y este que tanto habla de disciplina… ¿Cómo es él de disciplinado?
XD
Pues como todo el mundo… en algunas cosas más que en otras.
He logrado cosas en mi vida trabajando duro y en otras áreas he sido un completo desastre.
Cuando fracaso intento no juzgarme demasiado duramente y pensar que algo he conseguido que algo sí que he logrado mejorar y si puedo… vuelvo a intentarlo.
Pero lo que nunca, nunca, nunca me ha ocurrido ha sido lograr algo sin haberlo intentado.
Me gustaría preguntarte algo:
¿Cómo ves tu esto?
¿Vas a intentarlo aunque no sea el momento perfecto?
¿Estás dispuesta a aprender algo valioso aunque no te salga bien?
¿Estás dispuesta a seguir intentándolo?
Déjame tus respuestas en los comentarios de abajo y si te ha gustado esta entrada te agradecería que la compartieras en tus redes sociales.
También te recomiendo que te apuntes a la lista de correo de Zen para Opositores para recibir puntualmente los artículos en tu correo.
Como siempre, muchas gracias por leer y te deseo toda la suerte del mundo si te has embarcado en un viaje de crecimiento personal.
Deja una respuesta