
La preparación de una oposición es un proceso.
Un proceso aburrido.
Y tú que estás leyendo esto lo sabes mejor que nadie.
Sin embargo según se va acercando el día D y la hora H, la cosa se va poniendo… más emocionante.
Pero emocionante para mal: empiezas a dormir peor, te cuesta mucho concentrarte, no te cabe un tema más en el cerebro, estás de mal humor.
A mi también me ha pasado.
Una de las soluciones que propongo es el «método Michael Phelps» y lo hice en este artículo
Rutina para estudiar oposiciones.
Básicamente lo que digo es que una buena rutina que te haga estudiar todos los días a la misma hora va a compensar tus momentos de flaqueza y de voluntad agotada.
Los deportistas de élite como Michael Phelps se apoyan mucho en entrenamientos rutinarios día tras día.
Cuando llega el momento de competir es simplemente: «un día más».
Acaba de escribirme una lectora (Mª Jesús) preguntandome si debería seguir con la rutina de siempre o tomarse los dos últimos días de relax
Leí tu entrada hace un año, cuando empecé a estudiar oposiciones. Me pareció muy interesante y decidí probarlo. Realmente funciona, la rutina puede mucho más que la fuerza de voluntad. Sólo faltan dos días para mi examen y tengo una duda: debería tratar de no madrugar para ir muy descansada? O rendiré más si cumplo mi rutina como si fuera un día cualquiera?
Es una pregunta que como opositor tienes que hacerte antes o después y yo creo que las opciones son 3:
- No alteras tu rutina en absoluto. Es un día más de estudio. Es un día normal y tu cerebro lo percibe así y no se altera (demasiado) porque como decía en el artículo, somos animales de costumbres.
- Te intentas olvidar del examen. Te vas a pasear con tus amigas (no se te ocurra tomar café), o a la playa a jugar con tu perro o a hacer deporte o a cualquier sitio que no te recuerde ni remotamente a la oposición.
- Una mezcla de los dos: Te das un repasito rápido de tus esquemas y te vas a pasear a la playa. No miras tu móvil, no tomas bebidas azucaradas, ni cafeina, ni ves en la tele cosas que te alteren el sueño.
Lo que yo no haría bajo ningún concepto sería intentar meterme información nueva con calzador, leerme todos los temas como un cafre y en general intentar deglutir lo que no he podido en los meses anteriores.
En mis años de opositor novato y de estudiante universitario era muy «fan» del atracón final.
Grave error.
Con el tiempo aprendí que lo que no te has estudiado en los meses previos no lo vas a asimilar 24 horas antes del examen.
Ahora mismo recuerdo con agrado los paseos por el paseo marítimo de Málaga que me daba con la que hoy es mi mujer los días antes de mi examen de oposición.
Y también recuerdo haber dormido mal esas noches.
Nadie es inmune a los nervios. No te consideres más débil por estresarte. Perdonate y sigue adelante.
Yo creo que te interesa mucho plantearte esta cuestión ahora mismo:
¿Qué vas a hacer los 2 días antes de tu examen?
Te invito a dejar algún comentario abajo porque estoy seguro de que tu experiencia puede ayudar a más de un lector.
Y te invito también a apuntarte a la lista de correo del blog si aún no lo has hecho 🙂
Deja una respuesta