Hay días que simplemente no puedes ponerte a estudiar aunque sabes que no puedes permitirte no hacerlo.
Hoy comparto contigo 3 “trucos” que si los aplicas sentirás que tienes superpoderes. Si, como los de los X-men. No bromeo. de repente empezarás a «tener suerte», las cosas te irán mejor y pensarás ¿por qué no he hecho esto antes?
-
Empieza cada día escribiendo tus objetivos.
Mis alumnos y los que lleváis tiempo leyendo este blog sabéis que siempre empiezo mi día organizándolo un poco y para mi la mejor manera de hacerlo es por escrito.
No puedo hacer lo que tengo que hacer si no se lo que tengo que hacer.
Y mi manera de organizarme el día lleva años siendo la misma: cojo un postit y escribo lo que tengo que hacer ese día. Intento qu no sean demasiadas cosas, a veces son 10 pero normalmente suelen ser 3 objetivos de trabajo y 3 objetivos personales. A veces tan poco glamurosos como recordarme a mi mismo que tengo que hacer la compra 🙂
Es un sistema que a mi me funciona, y me funciona por dos razones.
Me da claridad: Poner los objetivos por escrito los pasa de un plano inmaterial (el de tener en mente la idea de que tengo que “hacer cosas”) a un plano material: una nota escrita que puedo tocar y ver. Y cuanto más clara tengo una cosa, más posibilidades tengo de hacerla.
Es algo que tengo arraigado desde hace muchos años. Es un hábito y los hábitos funcionan cuando la voluntad flaquea.
-
Temporaliza tus objetivos.
Desde no hace mucho, he mejorado este sistema que me funciona tan bien, y es curioso porque ha sido una mejora muy pequeña con la que estoy consiguiendo grandes resultados.
Ahora además de apuntar mis tareas pongo al lado de cada una el número de minutos que puedo tardar en hacerla.
Esto en mi día a día tiene varias aplicaciones.
Me da un marco temporal en el que trabajar: con esto me siento un poco “obligado” a concluir la tarea en el tiempo estimado.
La “ley de Parkinson” nos dice que toda tarea se expande a lo largo del tiempo que le hemos otorgado para llegar a realizarla. Por ejemplo: si les digo a mis alumnos que hay que hacer un trabajo y que tienen una semana para hacerlo, probablemente dejarán pasar los días y lo harán el último (como hacemos tu y yo tantas veces 🙂 )
Pero si en cambio les digo que para el mismo trabajo tienen 1 día de plazo. Estoy seguro de que lo voy a acabar recibiendo mañana y con un resultado muy parecido (sino idéntico) que si les digo que tienen 1 semana.
Poner un marco de tiempo a las tareas es algo muy poderoso. Las dota de cierta “urgencia” y esto hace que te concentres más en acabarlas a tiempo.
Por otro lado cuando tengo varias tareas con varios márgenes de tiempo adscritos me permite tres cosas.
Hacer las tareas de 5 minutos rápidamente: Las miro y pienso lo siguiente: ¿Acaso no voy a ser capaz de concentrarme 5 putos minutos y terminar esta tarea y quitarmela de la cabeza de una vez? Nada da más paz de espíritu que ir quitandote tareas de la mente.
Estas micro tareas de 5 minutos son ideales para “calentar motores” antes de lanzarme a por una de las grandes. Siempre que se pueda la tarea que menos te apetece (porque será la más difícil sin duda) es la que se tiene que hacer primero. Hacer un pequeño warm up tareístico antes me va a ayudar a darle caña a lo más importante.
El tener una estimación temporal del tiempo que necesito para hacer cada tarea me permite organizar mi día mucho mejor. De esta manera no empiezo tareas que se que no me van a dar tiempo a terminar, o, si tengo un hueco, lo puedo rellenar con una tarea de 10 minutos o de 5.
-
Divide las tareas grandes en subtareas.
Por último añadir que hay tareas que pueden durar varios días e incluso meses (¿una preparación de oposiciones?)
¿Qué hacer con estas?
La respuesta es esta: Dividirlas.
Cualquier tarea es susceptible de dividirse en subtareas, o en pasos o como lo quieras llamar.
Divide y vencerás
Dependiendo de la complejidad de la tarea los pasos para realizarla serán más o serán menos y los escribiré de una manera más de tallada o más general.
Hoy en mi colegio tenía que hacer un trámite del que no estaba muy seguro cómo hacer. Los pasos los he ido estructurando a través de la formulación de preguntas mentales a mi mismo:
¿Qué es esto? Un acta de equipo técnico que tengo que entregar para evaluar los problemas de un alumno.
¿Por qué? Es parte de un protocolo del centro para diagnosticar alumnos con dificultades.
¿Cómo hay que rellenarla? No estoy seguro.
¿Cómo puedo averigüarlo? Puedo preguntar a la orientadora, a la PT o a algún miembro del equipo directivo.
¿Cuando tengo que entregarla? Antes de que acabe la semana.
¿Dónde puedo conseguir un modelo? Secretaría
¿Dónde tengo que enviarla? Una vez que esté firmada digitalmente hay que subirla a la secretaría virtual.
Etc.
Al final los pasos que tengo que dar para realizar esta tarea quedan más o menos así:
Conseguir el formulario físico en secretaría.
Preguntar a la orientdaro o a la PT cuál es la manera correcta de rellenarla.
Pasarla al formulario digital, firmarla digitalmente y cargarla en la secretaría virtual
Esto tiene que estar hecho antes de que acabe la semana.
Puede parecer largo pero en todo este proceso tardé un par de minutos y al poner los pasos por escrito conseguí que se multiplicarán las posibilidades de hacerlo de una manera más eficaz dentro del plazo previsto.
Puedes hacer cada día un paso o puedes hacerlo todo de un tirón.
Resumiendo:
Poner las cosas por escrito detallando los pasos que hay que llevar a cabo multiplica las posibilidades de hacer lo que tienes que hacer.
¿Puedes aplicar esto a tu preparación de oposiciones?
Por supuesto. El modelo es el mismo pero la escala es mucho mayor.
¿Qué quiero conseguir? Aprobar las oposiciones de…
¿Por qué? Quiero tener un trabajo que me de seguridad y así poder dedicarme a estar con mi familia y amigos.
¿Qué tengo que hacer? Aprobar mis oposiciones.
¿En qué consisten estás oposiciones? En 5 partes con X ejercicios, X temas de desarrollo, pruebas físicas etc.etc.
¿Cómo puedo aprobarlas? Preparando X, Y y Z.
¿Cómo preparo X? Organizo un calendario especificando cuantos temas me tengo que estudiar antes del día X y planificando repasos de por medio.
¿Cómo puedo memorizar mejor mis temas?…
Etc.
Probablemente estés pensando todo esto ya lo sé… ¿Por qué ponerlo por escrito?
Por la razón que te digo más arriba: poner las cosas por escrito da una claridad a tus objetivos, a cómo vas a llevar a cabo tus objetivos, que no lo da nada.
Tener las cosas “en la cabeza” es tener las cosas en un horizonte lejano, sin definir y sin saber muy bien que hacer a continuación cuando te quedes atascado, o no tengas ganas de estudiar o… lo que sea.
El no tener claro lo que tienes que hacer te paraliza y la parálisis es algo que no te puedes permitir cuando estás opositando.
Interesante propuesta.
Probaré.
Gracias
Saludos.
Gracias por el comentario Gustavo. Prueba y ya me cuentas.
Un abrazo.
Aquí de nuevo, consigues con este blog mantenerme conectada con mi opo…..y ver que no lo hago del todo
Mal.
Sigue..
Un saludo
Muy útil, Javi. Muchas gracias por recordarme algo que hice cuando era buena estudiante y aún no sabía que era tonta.
Tienes mucha razón: los objetivos en papel parecen ser más alcanzables y urgente que los que solo son intenciones.
De hecho, en tu cabeza te ves capaz de estudiarte 3 temas y repasarte otros 6. Y te lo propones, pero no lo consigues, te frustras y pierdes los días.
Lo mejor, ponerse metas alcanzables, cumplirlas, alegrarse y así coger el ritmo.
Hacerlo de forma pormenorizada ayuda: número de horas de estudio, descansos, tipo de tareas, etc.
La teoría, como ves, me la sé, pero el estrés me impide sentarme a organizarme o me engaña diciéndome que no me da tiempo, que ya he perdido parte del día de estudio, etc.
Madre mía!!!! Si parece que lo he escrito yo!!!!
Aquí ando Javi, buscando inspiración y ganas para estudiar. Intentando ver las opos desde otra perspectiva abandonando miedos y centrándome en cosas más positivas. Pero leer a personas que sienten lo que yo ayuda a no sentirte un bicho raro.
Un abrazo compañero y gracias
Muy buen comentario. Me encanta la dedicación que pones en ayudarnos.
Lo de las preguntas mentales a mí mismo lo he hecho yo este año estudiando el grado de infantil.
Otro buen método para estudiar es grabarte resumiendo más o menos en qué consiste cada tema con el tema por delante, y en momentos en los que es imposible ir leyendo los apuntes (en el coche por ejemplo), escuchar la grabación
Gracias por tus posts, Javier. Hace tiempo que no escribes, estamos deseando leerte!!!
Un saludito