Para vencer el miedo a opositar necesitas hacerte estas dos preguntas:
- ¿Estás dispuesto a pagar el precio para conseguir tu objetivo?
- ¿Estás preparado para salir de tu zona de confort?
Opositar es abandonar tu zona de confort
Si hay algo que te va a sacar de tu zona de confort ese algo es opositar.
Esto lo sabes tú muy bien. Las oposiciones van a poner tu vida diaria patas arriba.
Y no sólo tu vida diaria, tus relaciones personales, tu sistema digestivo, tu cabeza… 🙂
Pero ¿por qué tendrías que hacer (además de sufrir opositando) cosas que te den miedo a diario?
“Haz todos los días algo que te de miedo” es el típico consejo que no te van a dar tus padres y sin embargo deberían.
Estamos programados para hacer conscientemente aquello que no supone un gran esfuerzo y que nos resulta familiar.
Las experiencias nuevas nos sacan de nuestra zona de confort, nos producen incertidumbre y algunas nos dan miedo.
Pero el miedo no es excusa suficiente para evitarlas.
Es más, si algo te da miedo eso te dice ya que es exactamente lo que deberías hacer si quieres crecer a nivel personal.
Tu miedo a opositar es un mapa
A veces me encuentro con conocidos después de muchos años y a veces les veo cambiados. No sólo físicamente, después de hablar con ellos 5 minutos ya les noto diferentes.
A otros les veo exactamente igual, y aunque no es algo malo, estoy seguro de que han evitado oportunidades de crecimiento personal porque han evitado cosas que les daban “miedo”.
Cuando era preparador y llegaba el momento de que los opositores salieran a la pizarra a exponer el tema me sorprendía mucho que empezaran a negociar conmigo «mejor salgo la semana que viene»
A mi esto me alucinaba. Si practicar delante de gente es una oportunidad de oro (?)
Todas las emociones son útiles pero gracias al miedo estamos aquí hoy el día.
Tener miedo es saludable y nos ha servido para sobrevivir como especie pero también nos ha hecho perder oportunidades.
Por eso es importante obligarte a ti mismo a meterte en terreno desconocido de vez en cuando. En esa zona desconocida está la ganancia.
“Me gustaría hacer __ pero me da vergüenza, miedo, ansiedad etc.”
En cuanto un pensamiento como este aparezca en tu cabeza ya sabes lo que tienes que hacer.
Para que esto funcione tienen que cumplirse dos condiciones:
- Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos y somos las personas más fáciles de engañar. Sinceros acerca de lo que nos produce miedo o inseguridad.
- Enfócate en el proceso no en el resultado. Si te acercas aterrorizado en un bar a decirle hola a una chica que te gusta y te dice que te largues, la experiencia ha sido un éxito puesto que has salido de tu zona de confort.
No se trata de hacer cosas que pongan tu vida en peligro.
Puenting y balconing descartados.
Se trata de que te entrenes.
Si quieres correr el kilómetro por debajo de un minuto ¿qué haces? Entrenas todos los días.
Si quieres que no te de tanta vergüenza cantar un tema o hacer una exposición oral ¿qué haces?
Practicar hasta que te salga sin pensarlo. Si te da vergüenza o no.
Y para ello tendrás que hacer muchas veces cosas que no te gustan o te dan vergüenza o te producen incertidumbre.
Muchas veces no hay problemas, ni hay miedo, ni hay vergüenza ni hay incertidumbre…
Hay soluciones que no gustan.
Muchas veces necesitarás hacerte preguntas como estas:
¿Estoy dispuesto a pagar el precio que tengo que pagar para conseguir lo que quiero conseguir?
O ¿Estoy dispuesto a salir de mi zona de confort para conseguir lo que quiero?
O
¿Qué voy a hacer al respecto hoy, esta semana, este mes?
O
¿Voy a seguir haciendo lo que me resulta familiar y no me da miedo o voy a hacer lo que sé que funciona pero no me gusta?
Pueden ser cosas muy pequeñas. Recuerda que las cosas grandes están compuestas por cosas muy pequeños.
Dar todo los días un pequeño paso hacia algo te acabará conduciendo a ese destino que te marques.
Esos impulsos a no hacer algo porque no te gusta o te da miedo van a ser tu mapa de lo que deberías estar haciendo para mejorar.
No sobrecarges tu día. Hacer todos los días una sola cosa que te de miedo es suficiente.
ps. Si te ha parecido interesante el artículo ¿por qué no lo compartes en Facebook o Twitter?
Muy interesante
Gracias, Anya.
Muy cierto.Enfrentar los miedos y tratar de cambiar es la única manera de conseguir cambios favorables, crecer y mejorar. Lo difícil es dar el primer paso.
Sin salir de la zona no hay mejoras que tanto necesitamos los opositores: En lo laboral.
Gracias por comentar, JL.
Me he incorporado a tu blog muy recientemente y ha sido por cosas como estas que escribes en este post.
Después, leer el ebook no ha hecho más que corroborar mis impresiones. He sido (y soy) una persona llena de miedos, sobre todo, los relacionados con mis capacidades, como por ejemplo ser capaz de sacar unas oposiciones. Así que el hecho de decidirme a afrontarlas resuena con muchas cosas de las que cuentas y que no había tenido en cuenta.
Mi objetivo, es por supuesto conseguirlo, pero también, en el mismo nivel de importancia, está la oportunidad que supone preparar unas oposiciones, para afrontar mis miedos, conocerme mejor y crecer como persona.
Muchas gracias Javier
Hola Javier,
En el artículo, aconsejas hacer cosas que nos den miedo, cada día, para acostumbrarnos, pero…¿Cuáles?
En mi caso, no se exactamente cuales son, hasta que se presentan.
Básicamente, puedo resumirlo en que soy extremadamente vergonzosa y a veces tengo un gran sentido del ridículo que me frena y me paraliza, sobre todo para «cantar» cada semana ante el preparador y compañeros, hasta el extremo de dejar d ir a clase. Y no se como solucionarlo