Contents
- 1
- 2 ¿Es posible dar la vuelta al mundo con cero euros? ¿Cómo? Y más importante todavía: ¿Alguien lo ha hecho?
- 3 Estas pasadas Navidades vi un documental muy curioso.
- 4 La respuesta la obtuve este verano cuando recogí a Albert en una gasolinera viajando de Gerona a Valencia:
- 5
- 6
- 7 ¿Qué has aprendido de esto?
¿Es posible dar la vuelta al mundo con cero euros? ¿Cómo? Y más importante todavía: ¿Alguien lo ha hecho?
Pues te digo, de entrada, que sí, que se puede y que lo ha hecho y lo sigue haciendo un chaval de Barcelona con menos de 20 años y que este chaval va en silla de ruedas.
A veces pensamos que aprobar las oposiciones es poco menos que imposible.
Y a veces, si tenemos suerte, tropezamos con gente que ha hecho cosas que todo el mundo creía que eran totalmente imposibles y nos sirven de inspiración.
Inspiración para pensar “ si éste lo ha hecho yo también puedo”
Porque “la mayor prueba de que se puede hacer algo es que alguien ya lo hizo”. Decía Einstein.
Esta gente son mis héroes personales: personas normales que un día tuvieron una visión y empezaron a trabajar contra viento y marea para conseguirla.
Personas que sabían lo que querían y aunque no tenían mucha idea de como hacerlo lo hicieron igualmente.
Porque como decía Hegel “un gramo de acción vale más que una tonelada de planificación”.
El documental era Món Petit (Mundo Pequeño) y el protagonista era un chaval, entonces de menos de 20 años, que había viajado por más de 50 paises y dado la vuelta al mundo sin dinero.
(!)
Me dejó muy sorprendido. Esto es algo que no se ve todos los días y sobre todo es algo que no piensas que sea posible.
El chaval se llamaba Albert Casals.
Iba en silla de ruedas. Con cinco años tuvo leucemia y ésta le dejó paraplégico.
En el documental viaja en auto-stop, tren-stop y hasta en barco-stop desde Barcelona hasta sus antípodas, Nueva Zelanda.
Normalmente viaja solo (explica que así es más fácil que te recoja un coche o te inviten a pasar la noche en una casa) pero en el documental lo hace con Anna Socías, su novia de entonces, que a mitad del viaje tiene que abandonar, temporalmente, incapaz de aguantar el tremendo esfuerzo que requiere un viaje así.
¿Ésto va en serio o es un falso documental (mockumentary) de esos que se han puesto ahora de moda?
¿Cómo puede aguantar los rigores de un viaje sin dinero, sin saber donde va a hacer noche un chaval de 20 años que va en silla de ruedas?
La respuesta la obtuve este verano cuando recogí a Albert en una gasolinera viajando de Gerona a Valencia:
Albert es de un optimismo a prueba de bombas. No deja que nada le desanime.
Las dudas que podía tener de si había trampa o cartón en el documental fueron pulverizadas en 5 minutos.
Y de repente, un viaje en coche que a priori se presentaba tedioso se convirtió en una oportunidad de aprender cosas nuevas directamente de Albert Casals.
Saqué varias impresiones y enseñanzas hablando con él y aquí te cuento unas cuantas:
– No es el único que viaja así. De hecho en este viaje iba con Andrea que lleva viajando también de esta manera por el mundo desde los 15 años, ahora tiene 20. Pero hay más personas viajando sin dinero y según me contó algunos se conocen entre ellos y de vez en cuando se cruzan.
– Le pregunté que si yo también podría hacerlo. «Claro, cualquiera puede hacerlo si quiere hacerlo».
-En esta ocasión se dirigían al festival de Reggae de Benicassim. A cambio de dar una charla les regalaban un billete de ida para la India a Albert y un billete de ida a Brasil para Andrea. La intención de Andrea era subirse desde Brasil a Canadá y Albert quería viajar una temporada por la India.
Este es el tipo de trueque que realiza Albert: A cambio de transporte o alojamiento te va contando sus experiencias.
A mi me parece un buen trueque.
Sobre todo porque conversando te rompe los esquemas y te animas a romperlos tú también. No hace falta que sea viajando o haciendo puenting. Puede ser: “joder si este tío es capaz de viajar así, yo también puedo hacer… , ¡qué se yo! ¡aprobar las oposiciones!”
– Le pregunté si no había probado el «couch surfing» o el «crowd founding» pero le parecía demasiado fácil e innecesario. Lo normal es que la gente le acoja sin problemas.
– Le enseñé mi camiseta icebreaker de lana merina que es la bomba para viajar y no le impresionó lo más mínimo.
Él no lleva ninguna equipación especial aparte de la silla.
Nunca se ha comprado ropa. La que lleva puesta se la regalan y según se va acercando a un país de clima cálido la va abandonando.
La mochila que llevaba era la misma que había tenido en el instituto.
– Una de las conclusiones que saqué hablando con él fue que si podía viajar así durante tantos años, entonces la mayoría de las personas tienen que ser «buenas» o al menos poco “peligrosas”.
Por regla general cuanto más humilde son las personas más generosas suelen ser. Me contó que en Marruecos se siente más acogido que por ejemplo en España.
– También le pregunté por las veces que había estado a punto de morir. Todas fueron por causas naturales.
En el documental se ve como la picadura de un insecto en Laos le produce una reacción alérgica que le cierra las vías respiratorias y tienen que llevarlo a un hospital.
Otra vez se quedó dormido en una playa asiática durante la temporada de monzones y despertó en medio de un tifón.
En Estonia navegando en barca en medio de una tempestad con unos contrabandistas de motores fue arrojado por la borda, silla incluida, golpeándose la cabeza contra una roca que le dejó inconsciente.
Todo esto no le ha desanimado lo más mínimo, ni le ha quitado las ganas de viajar.
-Pero quizá la lección más importante que me dio es que no hay que pensarse demasiado las cosas, ni esperar el momento perfecto o las circunstancias perfectas para hacerlas y sobre todo, me dijo: “Hablas con muchas personas. Algunas te dicen que no pero es muy importante que no te quedes “chafado” y lo sigas intentando”.
A mí esto me pareció la clave para poder hacer algo así o para que cualquiera consiga sus metas.
No es tanto que le recojan porque no tiene un aspecto peligroso, o porque sea muy simpático o porque esté en silla de ruedas.
Es que no deja que le desanime nada.
Ni el clima, ni las incomodidades, ni el miedo, ni la incertidumbre.
El año pasado me ocurrieron grandes cosas y encontrarme con Albert fue una que valoro mucho. A lo mejor, si tenéis suerte vosotros también os lo encontraréis haciendo auto-stop.
¿Qué has aprendido de esto?
Descubre lo que quieres de verdad.
Obsesionate con ello.
Lanzate a conseguirlo sin estar preparado, sin esperar al momento perfecto.
Y sobre todo nunca te quedes “chafado”. Incluso de una mala experiencia puedes aprender algo.
¿Conocías la historia de Albert? ¿Te ha impresionado tanto como a mí? Espero que me lo cuentes en los comentarios.
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Gran historia, me ha gustado mucho. La verdad que el mundo es un pañuelo! Espero poder ver el vídeo otro día con más tiempo, de momento me quedo con tu escrito.
Nos leemos!
No es el video entero Jorge. Es solo el trailer, dura un par de minutos.
Y sí el mundo es un pañuelo. Cuando me lo encontré en la gasolinera no lo podía creer.
Me ha encantado lo del blog, me parece una idea genial y la historia me ha encantado. Muchos besos compi. Raquel